A través de mis 10 años de servicio (5 como docente), me he dado cuenta que esta profesión realmente exige una actualización constante en cuanto a los métodos y técnicas de enseñanza que llevamos a cabo en las aulas.
He escuchado en los centros de trabajo a los que pertenezco, que algunos colegas (generalmente ya con una trayectoria en la docencia bastante amplia), se quejan constantemente de que los alumnos cada vez están más distraídos con los celulares, las computadoras y el internet, como consecuencia el cumplimiento de tareas es pobre e incluso han llegado a proponer acciones para que se prohíba el uso de estos artefactos en la escuela.
Creo que es momento que en los docentes también esté presente esta revolución tecnológica en la que viven nuestros adolescentes y en vez de pelear contra esto, lo adaptemos para utilizarlo de una manera positiva y lograr aprendizajes más significativos.
Siendo yo uno de los pocos docentes que implementan estas herramientas tecnológicas, he podido constatar de primera mano, que cuando se logran integrar estas herramientas con el aprendizaje, los resultados suelen ser favorables.
No hay que perder de vista que no estamos hablando de un aspecto que logrará que la educación sea totalmente idónea, sino más bien de algo que puede complementar de manera sustancial nuestra práctica docente habitual, ya que no podemos dejar de lado la significatividad de los aprendizajes logrados sin herramientas tecnológicas.
Muy buena reflexión colega. comparto contigo la idea de actualizarnos en la practica docente incluyendo las estrategias tecnológicas, así como las herramientas de esta nueva era para que sea un beneficio en el proceso de aprendizaje.
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